Jorge Ariel Madrazo

Poeta, narrador y traductor.

Ayer decías mañana

Editorial Ruinas Circulares

Quarks y Cuerpo Textual

Relato y poesía

lunes, 10 de diciembre de 2012

No sueñes poeta




No sueñes poeta,
Escucho a Benedetti, lo leo, lo miro, lo disfruto
Acaricio a Cortazar, lo siento, me enamoro y lo celo
Vuelo a Girondo, me hundo en el  y me apasiono
Más nunca le escribo a un hombre real
Por que los hombres reales no ameritan poesías
La verdad es, que le escribo a Julio, a Oliverio, a Mario y tantos otros
A ellos que temblaron en mi lecho sin tocarme
Que me amaron sin amarme
Que inseminaron en mí,
Todos los sueños,
El sueño
Le escribo a aquel que no besé en Paris
Al del gato en mi ventana
Al que alumbró mis letras con su sombra
Y dibujó su boca en mis poemas
Al que envolvió mis piernas con su voz
Y me hizo caer de rodillas de solo pensarlo
No,
Nunca le escribo a un hombre real
Los hombres reales no ameritan poesías
Les escribo a ellos,
A todos

Y a ninguno

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
06-12-2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

EL


EL rayo azul en el teléfono
seré las fauces seré de la sed
el cántaro seré bajo los oros de la
leche el jadeo seré
de los soldados que agonizan
en la estepa en Rusia,
el frenesí seré, la mano desencarnada por
la oscuridad.
Seré el malamparado que las madres temen
el que te amará un invierno como
nadiejamás.
Seré el que no dormirá por inventarte
en la brusca noche seré los ojos
que te harán sollozar.

No me hallarás en el sótano en el alcanfor.
Temblaré en el pórtico de las desapariciones.
Viviré en tu sueño Y cuando no me sueñes
acaso sea
que Aire no moje ya mi boca.
Pero ella igual seguirá cantando
mismamente
todos los siglos por morir
la sorda música invisible de
tu nombre.

OSOS


OSOS o bandidos, no sabés
quién te asaltará desde lo oscuro
en esta carretera hacia el más puro
olvido
la peor del universo,
poblada por tus seres queridos,
poblada por muñones y caballos congelados
que claman al cielo bajo la eterna nieve, esta
carretera tendida hacia el verso
imposible que anhelás.
Y su piedra caliza vuelta lodazal.
Y el temporal
que nada deja ver
por lo cual

la pistola extraés
los cartuchos extraés de la gelinita de tu alma
y los bandidos, sus gruesas pieles polares:
observás cómo atraviesan la carretera, la peor
que cualquier luna pueda
iluminar
y transpirás como un condenado
a mil grados
bajo cero.
Bultos blancos invaden tus pupilas,
disparás sin mirar hacia adelante, hacia el pasado,
con deseo con sales marinas con furia loca
con ambos brazos disparás.

(Sólo logras herir a tus seres queridos
La carretera renace de si misma.
Los bandidos reparten tus pedazos).


NO los veíamos, a esos perros gemidores
Del inframundo, esos xolotlzcuintles
Cuyas heridas sanaban con sólo humedecerlas.

No los veíamos mas allí estaban, dentro
De nosotros, caminando con nuestros pasos,
Sangrando nuestra sangre con aroma de incienso.

¿Nos guiaban talvez al infierno, a un cielo del revés,
A nuestros huesos descarnados, a nuestra desmemoria?
Eran calientes, su cuero sin pelos nos encendía el corazón.

Ahora, aquí abajo velan nuestras armas, quieren despertarnos
Para acudir donde Xólotl, el guardián de esta rara comarca
Pero sólo deseamos descansar, hemos sufrido demasiado.

No nos platiquen ya de mujeres de muslos de lino
No nos recuerden el Sol cuyo carro rueda en la alta esfera
Nadie de aquí nos moverá. A nosotros, los guerreros de la nada.

(Villahermosa, México, 2008 - Para el poeta Roberto Arizmendi)

EDIFICAN


EDIFICAN la casa las larvas del olvido
patios laberintos edifican
donde hombres a caballo quítanse
el sombrero
sentados en torno del asado mi mujer
ofrenda sus pupilas el vino ofrenda
de la serenidad
por lo cual
la casa alumbran las larvas de la bruma
hiende ya las nubes su viga maestra
garras colmillos
edifican edifican
las larvas de la lentitud
la cama edifican donde
ella ya no está no podrán
las larvas con ella edifican
un mundo alrededor
un vacío donde mundo había
edifican edifican

las larvas de la náusea
ah larvas constructoras
del yacimiento del estaño de la
irrealidad
edifican edifican el alma el
residuo claman
a coro las larvas del olvido:

somos los cantos que debiste haber cantado
permanecemos sin pausa
te aguardamos
te aguardamos
en el fondo de tu corazón48

ÉSTA


Para Alicia Del Puerto


Croan las ranas en un pantano
inexistente…
Miriam Cairo

ÉSTA es la noche, danzando sobre los álamos.
En el nocturno azufre vuelvo a ser
aquel que ni los íntimos amigos
adivinan.
Ellos acogen estas pálidas facciones
que los ángeles del ayer no soñaron.
Por eso
al aquí dejarte mi palabra:
las ranas del campo
(donde una vez me supe vivo)
vuelven a croar, son mis fieles escuderos
de la resurrección.
Cantan las ranas al tren remoto
acribillado por el oro solar, a
las nubes del encantamiento.
Cantan a mi perplejo corazón.
Croan las ranas, y mi vida
obtiene en ello lo justo y necesario.
Adviene vuelto enigma
el canto de las ranas
y todo está muy bien, está todito
bien
muy bien.
¿Lo he dicho?:
Cantan las ranas
en su pantano inexistente, y
está todo en su sitio,
y muy muy bien
muy bien.

DECÍAS


DECÍAS alma, decías corazón
y entonces echaría a traquetear
aquel carro con tamañas espigas
trigales.Y ordenó Cristo

a la aurora alumbrar, hallándola buena.
O sea: la música estaría en su
lugar, ese lugar que llamas “ser”, aun
cuando tanto da llamarlo “luz” ninguno

conoce el uno ni la otra, sólo
son Formas, tibios vocablos palpitantes.
O bien son mera Idea congelada
si elegís razonar tus entrañas, tu canto.

Tampoco es esto un poema. No creas
que yo soy alguien bautizado “yo”,
acecha la locura con suavidad de tigre.
Y si Amor no te auxilia, tu nombre será roto.
Y deberás buscarlo en zócalos vacíos.
Y aquel que un día fuiste
disuelto será en sal. 

ALMA


«Soy una nube en pantalones»
Vladimir Mayacovski

«Animula vagula blandula»
Adriano / Yourcenar

ALMA que atónito intuirás
en el minuto último,
cuando ésa tu alma reaparezca
en una luz, cuando retorne
a la esplendente
visibilidad.
Almita que te alentó, tan en silencio.
Y observar luego, con trágica garganta,
al si-mismo de un Yo
ficticio, erróneo, hirsuto.
Ese Yo malvestido en tu camisa
y encasquetándose tan luego tu
ilusión

y quién advertiría que aquel
Yo
sólo era
una nube en ropas de humanito
coloquial.
Por ello
has de cuidar al alma como a un crío,
desvestirla del Yo, que en todo miente,
pacer con ella en huertos familiares.
Y despedir tu alma
cuando partas
con los ojos abiertos
y vacíos.

Y hay Trinos de Muertevida


El rayo y la sangre, lo aprendí, son una y la misma cosa…
René Char  


La idea de la catástrofe, una catástrofe silenciosa,advertida apenas, pero inevitable.
O bien las microfracturas psíquicas,las microfracturas de un alma…
Carlo Bordini, «Microfracturas»


COMO esperar en vano esa llamada,
a tu puerta, de un ser que ha de cambiar tu vida, o
aguardar la campana del final, y dejame hablarte
del graznido
de un ave rojísima volando
dentro de tu fiel costillar, o acaso sea aquel
fingido vendedor de claveles que cruza
la esquina, y sólo atinarás
a guardar un pálido silencio
mientras allá lejos,
en el perdido paraíso,
grandes hojas de palma
ondulan junto al mar

y el marino recorre borracho la escollera
y la vida, esa noche, clausura su último
resquicio
y tu silbido (que no oís) te impide percibir
a un alguien que ruega tu ayuda.
Martin Pescador extraviado
que sin deseo mira al pez
prendido de su pico.

La idea de la callada catástrofe te acosa sin descanso.
Sabés que habrá de llegar con pasos de felpa.
Quisieras recibirla limpio, con mentida valentía.
Tu alma, sus fracturas, se ocultan en la sombra.

Con María en el Bar sin tiempo


María Magdalena pertenece a la raza de las pioneras, de las que van abriendo camino.
Ha ido por delante, y talado árboles, y barrenado rocas, y construido puentes,
para las que van llegando tras ella.
Virginia Wolf, carta a su amiga la música y feminista Ethel Smyth

Jesús y María de Magdala se despidieron con un abrazo que parecía no tener fin, también
 se besaron, pero con menos demora, nada raro si tenemos en cuenta que ésa no era
costumbre de aquellos tiempos.
José Saramago – “El Evangelio según Jesucristo”





SI tu tam tam cumbiero compita con
lloros de José al revelarse
a sus hermanos en Egipto, o el gemir sea
de un desdentado niño
que por comida a seno maternal increpa
cual rojo insomne sol, y el corno de Jacob
ante el templo a Jehová en Bethel
aúlle menos que
esta cumbia y este alcohol que alzás
en soledad
con tan trágicos ojos que si ella te los viera
tornaría a pacer en hierbaviva
(así fuese
por darte insomne cuido.)

Si la esquina abierta las veinticuatro horas
del Bar sin Tiempo el sitio es
donde irrumpe mismito el Señor con espada
flamígera
y sólo Transitorio y los muy pocos
salvan sus almitas.

Y han de salvarla ustedes los humildes
desmembrados
tupamaros de la sinrazón, ilusos sin
gloria ni alhucema propia,
ni espiga ni amor ni café
para los siglos de escasez
y tan sólo los bueyes sudorosos
de la desgracia
hayan de salvarse,
sólo los ustedes
los que atisban en la luna el fervoroso
pujo
de una radiante improbable
parición.


MARÍA Magdalena ha llegado, llegó el día
primo en la mañana, al bar abierto
las veinticuatro horas
(abierto los mil siglos)
ha llegado,
rojos los sus cabellos
cuando aún era
oscuro
y:
revuelta vio la losa del sepulcro.
“Se han llevado al Señor, explicadme
dónde lo han yacido”
y todos locos extraviadísimos allí
de cuerpos ay presentes
los locos resurrectos.
María de Magdala ha venido a yantar
con nosotros nos ama
cual inanes ciervos desvalidos
cual mendaces caballeros nos
ama y nos dispensa
sus senos de amaranto
sus senos de la leche de las alas
de la oruga del
fervor
sus senos de la leche del fuegodonde cada Justo arde
y
arderá.


AH de aquellas carnes resurrectas
aquél néctar de lúpulo y
cebada.
La belleza acaso sea hebra o
caligrama
de lo indeterminado
(de lo que jamás ha sido o será).
La cerveza: pesante vellón
alquímico babeo nupcial
y el vivir que empotra sus patas de cerdo
y el morir que ríe de la tumba vacía.

Tal truco −revivir luego
andar− ya el Christo lo hizo.
Mis amigos suelen repetirlo.
No hay milagros entre nos,
los reyes de utopía
(sólo es poeta
quien al tercer día
canta y abandona
sin prisa el sepulcro).

Magdalena, la escena
montemos, Hosanna, el poema
bienvenido sea al café
que abre las zonzas veinticuatro
vidas.
Piquetes del verbo, hágase la
fe.
Y sea con nosotros la palabra
Y se cabree la cabra de la afasia
Y se enrabie el burgués
de pacotilla
con todo el vulgo
vomitador  a cuestas (…………)


(………………………………..)

DE "BALADA Y SUEÑO DE TRANSITORIO", DEL LIBRO AYER DECIAS MAÑANA, EDIC. RUINAS CIRCULARES 2012




ARMEN la escena, utileros del fingimiento.

Lámpara añil alumbra a los ausentes:

ah, clara prima Clara, claro poeta Edgar, Navegador

en las anchas hojarascas del ser. Preguntan ellos:


“qué ocurre”; engendran soles sus ropas flotantes.

La escena final: “por diosito, por aquél

que más hayas amado”.


Corríase el telón; sangral mujer (la total mojada 

en el Desierto. Vuelto tiempo, temblarías al sol).

Tu hogaza de pan plañió su inquietud: “qué ocurre,

díganme, por diosito, qué ocurre”.


Estará la escena dispuesta: hijos de sangre (y gracia).

“No estoy listo aún”, clamarás.

“Tanto y tanto falta; la escritura, las fuerzas me alienten”.


Cegarán (en llamas) tu lámpara. Tu puerta cerrarán (tus ojos).

Uno en uno, en extremos de pies, danzarán destinos, palabras, excusas

sobre aquel anhelo (tu humanito azul).

*

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